San Valentín
Esta es una historia real. Increíble pero real. Dicen que San Valentín es para celebrarlo, si se tiene suerte de poder hacerlo claro. A veces ni con todas las ganas del mundo se puede.
Conocemos una persona que cada vez que llegaba San Valentín se ponía en un aprieto. No sabía que regalar a su pareja. Nos pasa a muchos, sí. Esto no es extraño, lamentablemente. Os contamos su historia:
Hubo un año en que esta persona regaló un kit de manicura a su pareja en San Valentín. Será mejor o peor regalo. Más o menos romántico. Más menos que más. Pero es un regalo. Y el día fue bien.
Al año siguiente (el segundo), falto de ideas y memoria, volvió a regalar un kit de manicura a su pareja. También en San Valentín. Sí. Podía darse el caso de que le hiciera falta el "kit de manicura"... Pero no era así. O sea que fue un ERROR. No sabemos cómo acabo.
El tercer año, consecutivo, esta persona volvió a equivocarse. Una vez más el "kit de manicura" fue objeto de regalo en San Valentín. Un FAIL en toda regla. Si hiciéramos un corto cinematográfico lo llamaríamos Valentía en San Valentín. Podemos decir que las flechas de Cupido pincharon hueso.
Hoy esta persona sigue casado. No es que los detalles sean su fuerte. Siguen siendo felices.
Y nos congratulamos porque el amor es más fuerte que todos los errores.
En Nafarrola tratamos de hacerlo todo con amor. Nos encanta ver la felicidad entre nuestros huéspedes. Felices al venir, felices al marchar, felices al volver.
En estas fechas de San Valentín procuramos no equivocarnos con el regalo. Porque la felicidad lo vale.
Que disfrutéis de un San Valentín feliz.